sábado, 20 de febrero de 2010

La pareja y la meditación


Ante todo es preciso comprender algunas cosas fundamentales.
Primero: hombre y mujer son, por una parte, complementarios, y por otra, opuestos.
El ser opuestos hace que se atraigan mutuamente. Cuanto más lejos estén, más profunda será la atracción; cuanto más distintos sean el uno del otro, mayor será el encanto, la belleza y la atracción. Sin embargo ahí radica el problema.
Al acercarse, quieren acercarse más, quieren fundirse el uno en el otro, quieren volverse uno, un todo armonioso; pero toda su atracción se basa en la oposición, y la armonía dependerá de disolver esa oposición.
A menos que una relación amorosa sea muy consciente, creará angustia, un gran problema. Todos los enamorados tienen problemas. El problema no es personal, está en la misma naturaleza de las cosas. De no ser así no se habrían atraído mutuamente –eso que llaman “enamorarse”-, no pueden dar ninguna razón de por qué sienten una atracción tan tremenda el uno hacia el otro. Ni siquiera son conscientes de las causas subyacentes; de ahí que ocurra algo extraño: los amantes más felices son aquellos que nunca llegan a encontrarse.
Una vez se encuentran, la misma oposición que genera la atracción se convierte en conflicto. Sus actitudes son distintas en las pequeñas cosas, sus planteamientos son distintos. A pesar de que hablan el mismo idioma, no se entienden. Todos los conflictos del mundo se deben a los malentendidos. Dices algo y tu mujer entiende otra cosa. Ella dice algo y tú entiendes otra cosa.
Sólo a través de la meditación el amor empieza a tomar nuevos colores, nueva música, nuevas canciones, nuevas danzas; porque la meditación te da la comprensión para entender al polo opuesto, y con la comprensión el conflicto desaparece.
Osho.

jueves, 18 de febrero de 2010

La ley del dar


El universo opera por medio de un intercambio dinámico… Dar y recibir son aspectos diferentes del flujo de la energía en el universo. Y si estamos dispuestos a dar aquello que buscamos, mantendremos la abundancia del universo circulando en nuestra vida.
El flujo de la vida no es otra cosa que la interacción armoniosa de todos los elementos y las fuerzas que estructuran el campo de la existencia. Esta armoniosa interacción de los elementos y las fuerzas de la vida opera a través de la ley del dar. Puesto que nuestro cuerpo, nuestra mente y el universo mantienen un constante y dinámico intercambio, frenar la circulación de la energía es como frenar el flujo sanguíneo. Cuando la sangre deja de circular, comienza a coagularse y a estancarse. Por ello debemos dar y recibir a fin de mantener la riqueza y la afluencia – o cualquier cosa que deseemos en la vida – circulando permanentemente.
Toda relación es una relación de dar y recibir. El dar engendra el recibir, y el recibir engendra el dar. Lo que sube debe bajar; lo que se va debe volver. En realidad, recibir es lo mismo que dar, porque dar y recibir son aspectos diferentes del flujo de la energía en el universo. Y si detenemos el flujo de alguno de los dos, obstaculizamos la inteligencia de la naturaleza.
Cuanto más demos más recibiremos, porque mantendremos la abundancia del universo circulando en nuestra vida. En realidad, todo lo que tiene valor en la vida se multiplica únicamente cuando es dado. Lo que no se multiplica a través del dar, ni vale la pena darse, ni vale la pena recibirse. Si al dar sentimos que hemos perdido algo, el regalo no ha sido dado en realidad, y entonces no generará abundancia. Cuando damos a regañadientes, no hay energía detrás de nuestro acto de dar.
Podemos regalar una flor; una sola flor. Podemos llevar una nota o una tarjeta que exprese algo sobre nuestros sentimientos hacia la persona a quien visitamos. Podemos llevar un elogio. Podemos llevar una oración.
Incluso la sola idea de dar, el simple deseo, o una sencilla oración, tienen el poder de afectar a los demás.
La vida es la danza eterna de la conciencia, que se manifiesta como un intercambio dinámico de impulsos de inteligencia entre el microcosmos y el macrocosmos, entre el cuerpo humano y el cuerpo universal, entre la mente humana y la mente cósmica.
Cuando aprendemos a dar aquello que buscamos, activamos esa danza y su coreografía con un movimiento exquisito, enérgico y vital, que constituye el palpitar eterno de la vida.
Deepak Chopra.



Sunsets and Guitars




domingo, 14 de febrero de 2010

Entrevista a Eduardo Punset (18/09/2008)

Estado de vigilia


La meditación cotidiana es una de las mejores herramientas con las cuales crear un estado de consciencia total.
En la meditación, te colocas en un estado de aptitud para experimentar la consciencia total, mientras tu cuerpo está en un estado despierto. Este estado de aptitud se llama vigilia verdadera.
Cuando te detienes en este estado, simplemente detienes tus pasos, dejas de ir adonde vas, dejas de hacer lo que estás haciendo, sólo te detienes por un momento, y sólo “estás” allí donde estás, estas bien exactamente donde estás. Detenerse, aunque sólo sea por un momento, puede ser maravilloso. Miras a tu alrededor, lentamente, y notas cosas que no notaste cuando pasaste junto a ellas. El olor fuerte de la tierra, después de que llueve. Ese rizo sobre la oreja izquierda de tu ser amado y lo bien que se siente ver jugar a un niño.
No tienes que dejar tu cuerpo para experimentar esto. Éste es el estado de vigilia verdadera.
Cuando entras en este estado, respiras en cada flor, vuelas con cada pájaro, sientes cada crujido bajo tus pies. Encuentras belleza y sabiduría, puesto que la sabiduría se encuentra en todos los sitios donde se forma la belleza. La belleza se forma en todas partes, fuera de todo el material de la vida. No tienes que buscarla, sino que vendrá a ti.
Cuando “actúas” en este estado, conviertes todo lo que haces en una meditación y así, en un don, en un ofrecimiento de ti a tu alma y tu alma a El Todo. Al lavar los platos, disfrutas del calor del agua que acaricia tus manos y te maravillas por el agua y el calor. Al trabajar en tu computadora, ves que las palabras aparecen en la pantalla, frente a ti, en respuesta a la orden de tus dedos y te regocijas por el poder de la mente y el cuerpo, cuando se aprovecha para llevar a cabo tu invitación. Al preparar la cena, sientes el amor del universo que te trajo este alimento y como regalo tuyo, al preparar esta comida viertes todo el amor de tu ser. No importa lo extravagante o lo sencilla que sea la comida. La sopa puede resultar deliciosa.
Cuando experimentas un intercambio de energía sexual en este estado, conoces la verdad suprema de Quién Eres. El corazón de tu ser amado se convierte en tu hogar. El cuerpo de tu ser amado se convierte en el tuyo. Tu alma ya no se imagina separada de nada.
Cuando estás listo, estás despierto. Una sonrisa puede llevarte allí. Una simple sonrisa. Sólo abandona todo por un momento y sonríe. Por nada, sólo porque se siente bien; sólo porque tu corazón conoce un secreto y porque tu alma conoce ese secreto. Sonríe por eso. Sonríe mucho. Esto curará todo lo que te aqueje.
Neale Donald Walsch