sábado, 20 de marzo de 2010

Nunca

Nunca te quejes de nadie, ni de nada, porque fundamentalmente tu has hecho lo que querias en tu vida. Acepta la dificultad de edificarte a ti mismo y el valor de empezar corrigiendote. El triunfo del verdadero hombre surge de las cenizas de su error.
Nunca te quejes de tu soledad o de tu suerte, enfrentala con valor y aceptala. De una manera u otra es el resultado de tus actos y prueba que tu siempre has de ganar.
No te amargues de tu propio fracaso ni se lo cargues a otro, aceptate ahora o seguiras justificandote como un niño. Recuerda que cualquier momento es bueno para comenzar y que ninguno es tan terrible para claudicar.
No olvides que la causa de tu presente es tu pasado asi como la causa de tu futuro sera tu presente. Aprende de los audaces, de los fuertes, de quien no acepta situaciones, de quien vivira a pesar de todo, piensa menos en tus problemas y mas en tu trabajo y tus problemas sin eliminarlos moriran.
Aprende a nacer desde el dolor, y a ser mas grande que el mas grande de los obstaculos, mirate en el espejo de ti mismo y seras libre y fuerte y dejaras de ser un titere de las circunstancias porque tu mismo eres tu destino.
Levantate y mira el sol por las mañanas y respira la luz del amanecer.
TU eres parte de la fuerza de tu vida; ahora despiertate, lucha, camina, decidete y triunfaras en la vida; nunca pienses en la suerte, porque la suerte es el pretexto de los fracasados.
Pablo Neruda.

viernes, 19 de marzo de 2010

Viviendo las coincidencias


Cuando empezamos a considerar las coincidencias como oportunidades, cada una adquiere significado. Cada coincidencia se convierte en una oportunidad para la creatividad. Cada coincidencia se convierte en una oportunidad para convertirte en la persona que el Universo quiere que seas.
Es imposible imaginar siquiera la complejidad de las fuerzas que están detrás de cada acontecimiento de nuestras vidas. Existe una combinación de coincidencias; el ámbito no circunscrito teje la red del karma o destino, para crear la vida personal de cada individuo, tu vida o mi vida. La única razón por la que no experimentamos la sincronicidad en nuestra vida diaria es porque no vivimos desde el nivel en donde está ocurriendo. Normalmente percibimos sólo relaciones de causa y efecto: esto causa eso, que causa esto otro, que causa aquello: trayectorias lineales. Sin embargo, debajo de la superficie ocurre algo más. Existe toda una red de conexiones, invisibles para nosotros. Cuando se hacen evidentes, vemos cómo nuestras intenciones están entretejidas en esta red, que es contextual, condicional, holística y rica, a diferencia de nuestra experiencia superficial.
Con frecuencia caemos en comportamientos rutinarios; seguimos los mismos patrones y actuamos de manera predecible, día tras día. Programamos nuestra mente y sólo continuamos poniendo un pie delante del otro. ¿Cómo podrían ocurrir milagros si simplemente marchamos mecánicamente por la vida, sin pensar ni estar conscientes?
Las coincidencias son señalamientos en el camino que atraen nuestra atención hacia algo importante de nuestras vidas, atisbos de lo que ocurre más allá de las distracciones cotidianas. Podemos ignorar esas señales y seguir adelante o podemos prestarles atención y vivir el milagro que está esperándonos.
Deepak Chopra.

lunes, 15 de marzo de 2010

Hubo un momento

Hubo un momento en el que creías que la tristeza sería eterna; pero volviste a sorprenderte a ti mismo riendo sin parar.

Hubo un momento en el que dejaste de creer en el amor; y luego apareció esa persona y no pudiste dejar de amarla cada día más.

Hubo un momento en el que la amistad parecía no existir; y conociste a ese amigo que te hizo reír y llorar, en los mejores y en los peores momentos.

Hubo un momento en el que estabas seguro que la comunicación con alguien se había perdido; y fue luego cuando el cartero visitó el buzón de tu casa.

Hubo un momento en el que una pelea prometía ser eterna; y sin dejarte ni siquiera entristecerte terminó en un abrazo.

Hubo un momento en que un examen parecía imposible de pasar; y hoy es un examen más que aprobaste en tu carrera.

Hubo un momento en el que dudaste de encontrar un buen trabajo; y hoy puedes darte el lujo de ahorrar para el futuro.

Hubo un momento en el que sentiste que no podrías hacer algo: y hoy te sorprendes a ti mismo haciéndolo.

Hubo un momento en el que creíste que nadie podía comprenderte; y te quedaste boquiabierto mientras alguien parecía leer tu corazón.

Así como hubo momentos en que la vida cambió en un instante, nunca olvides que aún habrá momentos en que lo imposible se tornará un sueño hecho realidad.

Nunca dejes de soñar, porque soñar es el principio de un sueño hecho realidad.

domingo, 14 de marzo de 2010

Sin amor

...La inteligencia sin amor, te hace perverso.

...La justicia sin amor, te hace implacable.

...La diplomacia sin amor, te hace hipócrita.

...El éxito sin amor, te hace arrogante.

...La riqueza sin amor, te hace avaro.

...La docilidad sin amor, te hace servil.

...La castidad sin amor, te hace orgulloso.

...La pobreza sin amor, te hace miserable .

...La belleza sin amor, te hace ridículo.

...La verdad sin amor, te hace hiriente.

...La autoridad sin amor, te hace tirano.

...El trabajo sin amor, te hace esclavo.

...La sencillez sin amor, te hace mediocre.

...La oración sin amor, te hace ser un farsante.

...La ley sin amor, te esclaviza.

...La política sin amor, te hace ególatra.

...La amistad sin amor, te hace utilitario.

...El matrimonio sin amor, te reduce a un objeto.

...La fe sin amor, te hace fanático.

...La vida sin amor, no tiene sentido.

Vangelis - Conquest of Paradise