sábado, 3 de abril de 2010

Amistad


Vuestro amigo es la respuesta a vuestras necesidades.
El es el campo que sembráis con amor y cosecháis con agradecimiento.
El es vuestra mesa y el fuego de vuestro hogar.
Porque os acercáis a él con vuestro hambre, y le buscáis sedientos de paz.

Cuando vuestro amigo os manifieste su pensamiento, no temáis el “no” en vuestra cabeza, ni retengáis el “si”.
Y cuando él permanezca en silencio, que vuestro corazón no deje de oír su corazón.
Porque en la amistad, todos los pensamientos, todos los deseos, todas las esperanzas nacen y se comparten con gozo y sin alardes.
Cuando os alejéis de vuestro amigo, no sintáis dolor.
Porque lo que más amáis en él quizá esté más claro en su ausencia, igual que la montaña es más clara desde el llano para el que quiere subirla.
Y no permitas que haya en la amistad otro interés que el que os lleve a profundizar en el espíritu.
Porque el amor que no busca más que la revelación de su propio misterio no es amor, sino una red tendida que sólo recoge la pesca inútil.
Que lo mejor de vosotros sea para vuestro amigo.
Si ha de conocer el flujo de vuestra marea, que también conozca su reflujo.
Porque, ¿qué amigo sería aquél que tuvierais que buscaros para matar las horas?
Buscadlo para vivir las horas.
Porque existe para colmar vuestra necesidad, no vuestro vacío.
Y haced que en la dulzura de la amistad haya risas y placeres compartidos.
Porque en el rocío de las cosas pequeñas, el corazón encuentra su alborada y se refresca.

Jalil Gibran

Intuición


En el otro extremo de tu ser -más allá de la mente, que es el mundo del intelecto- se encuentra el mundo de la intuición.
La intuición abre sus puertas a través de la meditación. La meditación no es más que una llamada a las puertas de la intuición. La intuición también está totalmente preparada. No crece; es algo que también has heredado de la existencia. La intuición es tu conciencia, tu ser.
El intelecto es tu mente. El instinto es tu cuerpo. Al igual que el instinto funciona perfectamente al servicio del cuerpo, la intuición funciona perfectamente en lo relativo a la conciencia. El intelecto se encuentra entre ambas; es un espacio que hay que cruzar, un puente que hay que atravesar. Sin embargo, hay muchas personas, muchos millones de personas que nunca cruzan el puente. Simplemente se sientan en el puente, pensando que ya han llegado a su hogar. Su hogar se encuentra en la orilla de enfrente, más allá del puente. El puente une el instinto y la intuición pero todo depende de ti. Puedes empezar a construir tu casa en el puente pero te estarás equivocando totalmente.
El intelecto no va a ser tu hogar. Es un instrumento muy limitado que hay que usar solo para pasar del instinto a la intuición. De modo que solo se puede llamar inteligente a la persona que utiliza su intelecto para trascenderlo.
La intuición es algo existencial, el instinto es algo natural. El intelecto se mueve a tientas en la oscuridad. Cuanto más rápido trasciendas el intelecto mucho mejor; el intelecto puede suponer una barrera para aquellos que piensan que no hay nada más allá de este. En cambio, el intelecto puede ser un bello paso para aquellos que entienden que ciertamente hay algo más allá de él.
La intuición te da sentido, esplendor, alegría, bendición. La intuición te descubre los secretos de la existencia, te proporciona un gran silencio, una gran serenidad que nadie puede perturbar ni arrebatarte.
La intuición quiere decir algo que surge dentro de tu ser; es un potencial tuyo, por eso se llama intuición. La sabiduría nunca se puede tomar prestada y aquello que se toma prestado nunca es sabiduría. A menos que poseas tu propia sabiduría, tu propia visión, tu propia claridad, tus propios ojos para ver, no serás capaz de entender el misterio de la existencia.
Osho.

martes, 30 de marzo de 2010

Vuélvete amoroso


El Amor es abrirse a un mundo sin fronteras, un mundo que no termina en ninguna parte. El amor empieza pero no acaba; tiene principio pero no tiene fin.
Recuerda una cosa: normalmente, la mente interfiere y no le deja al amor su infinidad y su espacio. Si realmente amas a una persona, dale espacio infinito. Tu propio ser es un espacio para que pueda crecer, con el que puede crecer. La mente interfiere e intenta poseer a la persona, entonces destruye el amor. La mente es muy avariciosa, la mente es avaricia. La mente es muy venenosa.
Quizás hayas observado que cuando tienes miedo, cuando hay ansiedad, cuando hay algo que te preocupa, la mente aparece en primer plano. Cuando estás preocupado, la mente está demasiado presente. Cuando no estás preocupado, la mente no está tan presente.
Cuando todo va bien y no tienes miedo, la mente se queda atrás. Cuando las cosas no van bien, la mente da un salto y se coloca delante de ti, se convierte en el líder. Cuando hay peligro se convierte en el líder.
Si alguien quiere entrar en el mundo del amor, tendrá que renunciar a la mente. Hay que vivir sin que interfiera la mente. La mente está bien en su sitio. Es necesaria para estar en la calle, pero no para el amor. Es necesaria para hacer un presupuesto, pero no para ir al espacio interior. Es necesaria para las matemáticas; pero si hay meditación no la necesitas. La mente tiene su utilidad, pero es una utilidad para el mundo exterior. Para el mundo interior es absolutamente irrelevante.
Vuélvete cada vez más amoroso… incondicionalmente amoroso. Vuélvete amor. Vuélvete una abertura… vuélvete amoroso.
Osho.

lunes, 29 de marzo de 2010

La Vida


La vida es una oportunidad, aprovéchala.
La vida es belleza, admírala.
La vida es beatitud, saboréala.
La vida es un sueño, hazlo realidad.
La vida es un reto, afróntalo.
La vida es un deber, cúmplelo.
La vida es un juego, juégalo.
La vida es preciosa, cuídala.
La vida es riqueza, consérvala.
La vida es amor, gózala.
La vida es misterio, devélalo.
La vida es promesa, cúmplela.
La vida es tristeza, supérala.
La vida es himno, cántalo.
La vida es un combate, acéptalo.
La vida es una tragedia, domínala.
La vida es una aventura, enfréntala.
La vida es felicidad, merécela.
La vida es la vida, defiéndela.
Madre Teresa de Calcuta