sábado, 29 de mayo de 2010

African Music

Todo depende de la actitud


Cuando te entristeces piensas que te ha sucedido algo malo. El que algo malo te ha ocurrido es sólo una interpretación y entonces tratas de escapar. Nunca meditas sobre ello. Luego quieres ir a ver a alguien; a una fiesta, al club, o enciendes la televisión o la radio, o empiezas a leer el periódico; haces algo para poder olvidar. Esta— que la tristeza es algo malo—es una actitud errónea que te ha sido transmitida: No hay nada malo en ella. Es otro polo de la vida.
La felicidad es un polo, la tristeza es el otro. La dicha suprema es un polo, la infelicidad es el otro. La vida es ambos. Una vida de pura dicha tendrá extensión, pero no tendrá profundidad. Una vida de pura tristeza tendrá profundidad, pero no tendrá extensión. Una vida de ambas, tristeza y felicidad, es multidimensional; se mueve en todas las direcciones conjuntamente.
La propia palabra “triste” te da connotaciones equivocadas de que algo está mal. Esa es tú interpretación.
Para mí, la vida es buena en su totalidad . Y cuando entiendes la vida en su totalidad, sólo entonces puedes celebrarla; de otro modo no. Celebración significa: cualquier cosa que suceda no importa, la celebraré. La celebración no está condicionada a ciertas cosas: “Cuando sea feliz lo celebraré” o “Cuando esté triste no lo celebraré”. La celebración es incondicional; celebro la vida. Si trae infelicidad, bien, lo celebro. Si trae felicidad, bien, lo celebro. La celebración es mi actitud, independientemente de lo que la vida traiga.
Pero cada vez que utilizo las palabras, surge un problema. Esas palabras tienen connotaciones en tu mente. Cuando digo “celebra”, tú piensas que uno tiene que estar feliz. ¿Cómo puede uno celebrar cuando está triste? No estoy diciendo que uno tenga que estar feliz para celebrar. La celebración es gratitud por cualquier cosa que la vida te dé, cualquier cosa que Dios te dé. Celebración es una gratitud, es estar lleno de agradecimiento.
La situación no es importante. Celebra, ante cualquier suceso. Si estás triste, celebra por estar triste. Haz la prueba. Haz solamente la prueba y te sorprenderás; sucede. ¿Estás triste? Empieza a bailar, porque la tristeza es muy bella, ¡Silenciosa flor del ser! Baila, disfruta, y de pronto sentirás que la tristeza está desapareciendo; se crea una distancia. Poco a poco olvidarás la tristeza y estarás celebrando. Habrás transformado tu energía.
La tristeza, la ira, los celos; metales bajos que pueden ser transformados en oro. Esto es alquimia: transformar los metales comunes en el oro más puro.
Osho.

Derrumbando los muros


Los muros que levantamos a nuestro alrededor cuando nos sentimos amenazados emocionalmente son muros de miedo. Nos da miedo que nos hagan daño, que nos rechacen, que nos hagan el vacío. Nuestra vulnerabilidad nos amenaza y nos refugiamos tras un muro para no sentir. Nuestras emociones quedan reprimidas.
A veces incluso rechazamos a la persona o a las personas que nos amenazan antes de que puedan rechazarnos. Nos adelantamos. Este tipo de autoprotección se conoce como defensa contrafóbica. Por desgracia, los muros que levantamos nos hacen más daño que cualquier persona.
Nuestros muros nos aíslan, nos cierran el corazón, nos empeoran. Cuando nos encerramos entre ellos, cuando nos separamos de nuestras emociones y nuestros sentimientos, resulta imposible llegar al origen de nuestro sufrimiento, de los miedos y las inseguridades subyacentes. No podemos comprender las verdaderas raíces de nuestros problemas. No podemos curarnos; no podemos estar completos.
Cierre los ojos y respire hondo varias veces. Deje que se derrumben los muros que le aíslan. Examine sin juzgar, sin criticar, sin sentimiento de culpa, lo que subyace bajo el muro. ¿Cuál es el miedo? ¿De qué está protegiéndose? ¿Qué puede hacer para no tener ese miedo? ¿Cómo puede volver a estar completo?
Hágase las siguientes preguntas: ¿Qué puedo perder? ¿Qué es lo peor que me puede suceder? ¿Me resigno a vivir así el resto de mi vida? Ante la perspectiva de la muerte, ¿es esto tan arriesgado?.
Cuando haya comprendido de verdad el miedo y sus orígenes, verá como se disuelve.
Su corazón volverá a abrirse. Se sentirá feliz.
Brian Weiss.

Para ti


A ti que llevas un dolor en tu alma, a ti a quien los trinos de los pájaros no logran hacer olvidar tu pena, a ti que sufres en silencio pensando que nadie comprende la magnitud del dolor que llevas, a ti que te sientes olvidado por los ángeles del cielo y por el Dios Omnipotente.
A ti van dirigidas estas palabras: Porque hasta aún el zumbido de las moscas en su volar silencioso, es escuchado por el oído atento de Dios de los cielos, y aunque El te ha hablado, aunque El ha dirigido hacia ti los rayos del sol para que alumbren tu interno, tú persistes en tu soledad ignorando esas muestras de amor infinito.
Aun cuando El ha hecho florecer miles de plantas a la orilla de tu camino, tú las has ignorado y has seguido de frente sintiéndote solo.
Aun cuando El ha puesto cerca de ti muchos niños con sonrisas en sus labios, tus ojos y oídos se han cerrado para todo aquello que no sea tu dolor.
Aun cuando Dios mismo te ha hablado desde muy adentro de tu ser, haciéndote recordar los momentos felices que has vivido en tiempos pasados, tu mente obstinada continúa reviviendo esos instantes de dolor que han cambiado tu vida y que ahora prefieres recordar, en lugar de pensar que el dolor ya pasó y lo que vives ahora es un mundo distinto, diferente, que sólo espera tu atención para volver a tomar color y alegría dentro de tu ser.
¿Qué tristeza o que dolor puede ser tan grande, que te haga olvidar la gran responsabilidad que tienes para con el Universo?. Hombre pequeño, reconoce que eres pequeño únicamente en tu comprensión, pero de la misma manera como una pequeña nuez rompe su dura cáscara para convertirse en un frondoso y majestuoso nogal, de la misma manera Yo espero y esperaré eternamente, a que tú rompas la dura corteza de tu inconsciencia, y puedas erguirte majestuoso, tomando plena posesión de tu Divinidad.
No importa lo que pienses, no importa lo que sientas, todo es temporal; hoy sufres, mañana reirás, y después volverás a sufrir, hasta que entiendas que esos cambios en tu conciencia, son derivados de tu escasa comprensión y al alejamiento que tienes de esa fuente interior desde donde te estoy hablando.
Recuerda siempre que no importa donde te encuentres, no importa la situación, estado de salud o de conciencia en que estés morando, Yo moro dentro de ti, en cada átomo, en cada órgano; y en cada pensamiento que tú emanas, parte de mi energía va con él, soy tú mismo pero desde muy dentro de ti; por eso, ahora, que escucho tu dolor y siento tus reclamos, te hablo y hago un llamado para que abras tu mente y percibas la luz que te estoy enviando.
Kwan Yin.

Celtic Woman - Nella Fantasia



Chloë Agnew - Nella Fantasia

miércoles, 26 de mayo de 2010

La totalidad de las posibilidades


Cuando era niña no sabía que las críticas que los adultos y mis compañeros me hacían ocasionalmente eran sólo consecuencia de un mal día o de algún pequeño desencanto y que en realidad no eran ciertas. Yo aceptaba de buena gana estas ideas y creencias sobre mí misma, y así se fueron convirtiendo en parte de mis limitaciones. Puede que no pareciera tonta ni desgarbada ni torpe, pero ciertamente yo creía que lo era.
La mayor parte de nosotros adoptamos las ideas que tenemos sobre la vida, alrededor de los cinco años. Durante la adolescencia añadimos otras, pero muy pocas.
Si les preguntáramos a muchas personas por qué creen tal o cual cosa sobre algún tema y ellas pudieran seguirle la pista hacia atrás, descubrirían que tomaron ciertas decisiones al respecto a esa temprana edad.
Con frecuencia nuestras limitaciones nos impiden expresar y experimentar el total de las posibilidades. «No tengo la educación apropiada.» ¿Cuántos de nosotros hemos dejado que esa limitación nos impida hacer algo? Es preciso que entendamos que la educación es algo impuesto por grupos de personas que nos dicen: «No podéis hacer esto ni lo Otro a menos que lo hagáis a nuestro modo». Podemos aceptar esa limitación o podemos «pasar» de ella. Durante muchísimos años yo la acepté porque había abandonado mis estudios antes de terminar la escuela secundaria. Solía decir: «Oh, no tengo ninguna educación. No sé pensar. No puedo conseguir un buen trabajo. No sé hacer nada bien».
Entonces un buen día comprendí que la limitación estaba en mi mente y que no tenía nada que ver con la realidad. Cuando abandoné mis propias creencias limitadoras y me permití pasar a la totalidad de las posibilidades, descubrí que sabía pensar. Descubrí que era muy inteligente y que sabía comunicarme. Descubrí toda suerte de posibilidades que, contempladas desde las limitaciones del pasado, parecían imposibles.
Louise Hay.

Confiar en ti mismo


Aprender a confiar puede ser difícil al principio. Será un ejercicio inútil si te basas en tu mente para crear confianza. Ello se debe a que la mente funciona sobre problemas materiales mediante la interpretación de datos sensoriales. Al volverse hacia las cuestiones espirituales, la mente intenta encontrar respuestas intelectuales mediante la utilización de pruebas, razonamiento lógico y teórico. Exige garantías y pruebas para establecer resultados tangibles.
En contraste, el método del corazón, centrado en la compresión espiritual, supone un reconocimiento intuitivo del valor del amor. Mientras que la mente trata de conocer el espíritu estableciendo condiciones lógicas que deben satisfacerse para que se produzca una liberación del amor, el corazón emplea como método el amor intuitivo. No es la conclusión de ningún razonamiento. Es la forma de actuar propia de la espontaneidad, no el resultado de un regateo con el intelecto. El corazón confía en la sabiduría interior que siente y conoce espontáneamente, mientras que la mente exige pruebas científicas para poder confiar.
En occidente, a la mayoría de nosotros se nos ha enseñado que el centro de nuestra sabiduría se encuentra en la cabeza. Si se le pregunta a la gente dónde cree que está su capacidad para procesar el pensamiento y la experiencia, generalmente responderá que en el cerebro. Si se plantea la misma pregunta a personas conscientes espiritualmente te indicarán que en el corazón.
Cuando la mente busca corroboración mediante pruebas específicas como ayuda para la comprensión espiritual, está invadiendo un ámbito mucho más apropiado para el corazón. Por esta razón, es necesario confiar en lo que el corazón sabe. Sin una confianza total es imposible conocer los milagros del yo superior y convertirse en un manifestador.
La vida espiritual no depende de la acumulación de información intelectual. La espiritualidad necesita del suelo fértil de los sentimientos que aporta la dimensión de lo invisible. Es imperativo confiar en el espacio de tu corazón para el crecimiento de una vida espiritual sana.
Eso significa cultivar una armonía entre mente y corazón y, para la mayoría de nosotros, eso supone a su vez terminar con la dominación del intelecto.
La mente tiene que rendir su papel como juez permanente y permitir que el corazón contribuya con su sabiduría.
Wayne Dyer.

martes, 25 de mayo de 2010

Amor verdadero

Un famoso maestro se encontró frente a un grupo de jóvenes que estaban en contra del matrimonio. Los muchachos argumentaban que el romanticismo constituye el verdadero sustento de las parejas y que es preferible acabar con la relación cuando este se apaga, en lugar de entrar a la hueca monotonía del matrimonio.

El maestro les dijo que respetaba su opinión, pero les relató lo siguiente:

"Mis padres vivieron 55 años casados. Una mañana mi mamá bajaba las escaleras para prepararle a papá el desayuno y sufrió un infarto. Cayó. Mi padre la alcanzo, la levantó como pudo y casi a rastras la subió a la camioneta. A toda velocidad, rebasando, sin respetar los altos, condujo hasta el hospital. Cuando llegó, por desgracia, ya había fallecido. Durante el sepelio, mi padre no habló, su mirada estaba perdida. Casi no lloró. Esa noche sus hijos nos reunimos con él. En un ambiente de dolor y nostalgia recordamos hermosas anécdotas. Él pidió a mi hermano teólogo que le dijera donde estaría mamá en ese momento. Mi hermano comenzó a hablar de la vida después de la muerte, conjeturó como y donde estaría ella. Mi padre escuchaba con gran atención. De pronto pidió: "llévenme al cementerio". "Papá" -respondimos-, "son las 11 de la noche, ¡no podemos ir al cementerio ahora!" Alzó la voz y con una mirada vidriosa dijo: "No discutan conmigo por favor, no discutan con el hombre que acaba de perder a la que fue su esposa por 55 años". Se produjo un momento de respetuoso silencio. No discutimos más. Fuimos al cementerio, pedimos permiso al velador, con una linterna llegamos a la lápida. Mi padre la acarició, lloró y nos dijo a sus hijos que veíamos la escena conmovidos: "Fueron 55 buenos años,¿saben? Nadie puede hablar del amor verdadero si no tiene idea de lo que es compartir la vida con una mujer así". Hizo una pausa y se limpio la cara. "Ella y yo estuvimos juntos en aquella crisis, el cambio de empleo", continuó, "hicimos el equipaje cuando vendimos la casa y nos mudamos de ciudad, compartimos la alegría de ver a nuestros hijos terminar sus carreras, lloramos uno al lado del otro a partida de seres queridos, rezamos juntos en la sala de espera de algunos hospitales, nos apoyamos en el dolor, nos abrazamos en cada Navidad, y perdonamos nuestros errores... Hijos, ahora se ha ido y estoy contento, ¿saben por qué?. Porque se fue antes que yo, no tuvo que vivir la agonía y el dolor de enterrarme, de quedarse sola después de mi partida. Seré yo quien pase por eso, y le doy gracias a Dios. La amo tanto que no me hubiera gustado que sufriera... ".Cuando mi padre termino de hablar, mis hermanos y yo teníamos el rostro empapado de lagrimas. Lo abrazamos y él nos consoló: "Todo esta bien hijos, podemos irnos a casa; ha sido un buen día". Esa noche entendí lo que es el verdadero amor. Dista mucho del romanticismo, no tiene que ver demasiado con el erotismo, mas bien se vincula al trabajo y al cuidado que se profesan dos personas realmente comprometidas."

Cuando el maestro terminó de hablar, los jóvenes universitarios no pudieron debatirle, ese tipo de amor era algo que no conocían.
Reflexión:
Para saber el valor de un semestre: Pregúntale a un estudiante que reprobó el examen final.

Para saber el valor de un mes: Pregúntale a una madre que ha dado a luz prematuramente.

Para saber el valor de una semana: Pregúntale a un editor de la revista semanal.

Para saber el valor de una hora: Pregúntale a los amantes que esperan para verse.

Para saber el valor de un minuto: Pregúntale a la persona que perdió el tren, el autobús o el avión.

Para saber el valor de un segundo: Pregúntale a quien haya sobrevivido de un accidente.

Para saber el valor de una milésima de segundo: Pregúntale al atleta que gano una medalla de plata en las Olimpiadas.

El tiempo no espera a nadie. Atesora cada momento que tienes. Lo atesorarás mucho mas si lo compartes con alguien especial

lunes, 24 de mayo de 2010

Amistad, quizás sea eso

Quiero ser para tí como un puente sobre el río. De este lado, tu hoy. Del otro lado, tu mañana.
Entre ambas orillas, el río de la vida: a veces está calmo, a veces turbulento; algunas veces traicionero, otras profundo y barroso.
Es necesario atravesarlo.

No soy Dios ni pretendo jugar a Dios. Sólo Él puede llevarte con seguridad a la otra orilla.
Pero sí quiero ser el puente que haga más fácil tu trayecto.

Si tienes miedo, pasa sobre mis hombros. Si no quieres correr riesgos, usa mis hombros.
Si encuentras que no conviene pasar solo, usa mis hombros. Si me balanceo, no tengas miedo.
Dios me colocó en tu camino para ayudarte a cruzar el río de la vida. No vaciles en pisar solamente en mí. Y cuando estés por llegar, si quieres, recógeme. Pero si me entiendes bien, déjame en donde estoy: otros pasarán por mí, como tu pasaste.

Pero quiero que continúes en tu caminar. Soy tu puente para muchas travesías de la vida. Si me quieres, entonces, puedes llamarme amigo.

Ten calma.
Ten calma, desacelera el ritmo de tu corazón silenciando tu mente.
Afirma tu paso con la visión del futuro.
Encuentra la calma de las montañas.
Rompe la tensión de tus nervios y músculos con la dulce música de los arroyos que viven en tu memoria.
Vive intensamente la paz del sueño.
Aprende a tomar vacaciones de un minuto, al detenerte a mirar una flor, al conversar con un amigo, al contemplar un amanecer o al leer algunas líneas de un buen libro.
Recuerda cada día la fábula de la liebre y la tortuga, para que sepas que vivir más intenso no quiere decir vivir más rápido y que la vida es más que aumentar la velocidad.

Voltea hacia las ramas del roble que florece y comprende que creció grande y fuerte porque creció despacio y bien.

Ten calma, desacelera el paso y echa tus raíces en la buena tierra de lo que realmente vale, para así crecer hacia las estrellas.
Hellen Keller (ciega, sorda y muda de nacimiento)

domingo, 23 de mayo de 2010

Quien eres? - Jorge Bucay

jorge bucay habla del amor

No tienes tiempo?

No tienes tiempo? Muy cierto...
Para las personas que dicen que no tienen tiempo de nada o una agenda saturada  Un  experto  asesor  de  empresas  en Gestión del Tiempo quiso sorprender a los asistentes a su conferencia.
Sacó  de  debajo  del escritorio un frasco grande de boca ancha. Lo colocó sobre la mesa,
junto a una bandeja con piedras del tamaño de un puño y preguntó:.

Cuantas piedras piensan que caben en el frasco?
Después de que  los  asistentes  hicieran  sus conjeturas, empezó a meter piedras hasta que llenó el frasco.

Luego preguntó: Esta lleno?
Todo el mundo lo miro y asintió. Entonces sacó de debajo de la mesa un cubo con gravilla. Metió parte de  la gravilla  en el frasco y lo agitó.
Las piedrecillas penetraron  por  los espacios que dejaban las piedras grandes.

El experto sonrió con ironía y repitió: Esta lleno?
Esta vez los oyentes dudaron:
Tal vez no, Bien!
Y puso en la mesa un cubo con arena que comenzó a volcar en el frasco.
La arena se filtraba en los pequeños recovecos que dejaban las piedras y la grava.

Está lleno? pregunto de nuevo. - No!, exclamaron los asistentes.
Bien, dijo, y cogió una jarra de agua de un litro que comenzó a verter en el frasco. El frasco aun no rebosaba.

Bueno, que hemos demostrado?, preguntó.. Un alumno  respondió:
Que  no  importa lo llena que esté tu agenda, si lo intentas, siempre puedes hacer que quepan más cosas.
¡NO!,concluyó el experto:  Lo que esta lección nos enseña es que si no colocas  las  piedras  grandes primero, nunca podrás colocarlas después.
¿Cuales son las grandes  piedras  en  tu  vida?. Tus hijos, tus amigos, tus sueños, tu salud, la persona  amada?
Recuerda,  ponlas primero. El resto encontrará su Lugar.

24 cosas para recordar siempre...

24 cosas para recordar siempre... y una sola para nunca olvidar

 1- Tu presencia es un regalo para el mundo.
 2- Eres una persona única en un millón.
 3- Tu vida puede ser como tu quieras que sea.
 4- Vive cada día con intensidad.
 5- Cuenta tus alegrías, no tus desdichas.
 6- Lucharás contra la adversidad que se te presente.
 7- Dentro de ti hay infinitas respuestas.
 8- Comprende, ten coraje, sé fuerte.
 9- No te impongas límites.
10- Hay tantos sueños que esperan ser realizados!
11- Las decisiones son tan importantes para librarlas al azar.
12- Lucha por tu ideal, tu sueño, tu premio.
13- No hay nada tan desgastante como las preocupaciones.
14- Mientras más carguemos con un problema, más pesado se hace.
15- No te tomes las cosas con tanta seriedad.
16- Vive una vida de serenidad, no de lamentos.
17- Recuerda que un poco de amor recorre largos caminos.
18- Recuerda que mucho... es para siempre.
19- Recuerda que la amistad es una sabia inversión.
20- Los tesoros de la vida son personas... unidas.
21- Nunca es tarde.
22- Transforma lo cotidiano en extraordinario.
23- Ten salud, esperanza y felicidad.
24- Pídele un deseo a una estrella.

Y jamás olvides.....ni siquiera por un día...

¡cuan especial eres!.
Collyn McCarty