sábado, 12 de junio de 2010

Two Socks Theme

John Barry Theme Out of Africa

Despedida


En una ocasión, escuché la conversación de un padre y su hija momentos antes de separarse. Se anunciaba la salida del vuelo que ella iba a tomar y junto a la puerta la escuché decir: Papá, nuestra vida juntos ha sido suficiente. Tú me has dado siempre el amor que necesité.
Hija, te deseo lo suficiente, respondió el padre. Se besaron y ella partió. Él, caminó hacia donde yo estaba sentado. Se quedó ahí mirando por la ventana, pero sin mirar. Era evidente que quería y necesitaba llorar. Intenté no ser un intruso en su privacidad, pero él me preguntó: ¿alguna vez dijo adiós sabiendo que será para siempre?
-Sí, lo he hecho-, respondí.
Le pregunté: ¿por qué piensa que es un adiós para siempre? 
-Soy viejo y ella vive muy lejos y sinceramente, creo que su próximo viaje de regreso será para mi funeral-, dijo.
-Cuando le decía adiós le escuché decir: Te deseo lo suficiente, ¿qué significa?
Comenzó a sonreír... -Esa es una frase que se ha dicho en nuestra familia, de generación en generación. Mis padres se lo decían a cualquier persona-. Hizo una pausa por un momento y continuó, diciéndome: Cuando nosotros decimos "Te deseo lo Suficiente", estamos deseándole a la otra persona que tenga una vida llena de suficientes cosas buenas que lo sostengan y continuó recitando lo siguiente:
Te deseo el suficiente sol para mantener tu actitud brillante…
Te deseo la suficiente lluvia para apreciar más el sol…
Te deseo la suficiente felicidad para mantener tu espíritu vivo…
Te deseo el suficiente dolor para que los pequeños placeres de la vida parezcan más grandes…
Te deseo la suficiente ganancia para satisfacer tus deseos…
Te deseo la suficiente pérdida para apreciar todo lo que posees…
Te deseo los suficientes "holas" para que te lleven a través del "adiós final"...
Te deseo la suficiente bendición de Dios, para que sea todo lo suficiente que necesites…

Cuenta la historia que todos los fines de año, en Irlanda, brindan deseándose lo siguiente, que tengas:
Suficiente felicidad para mantenerte dulce…
Suficientes problemas para mantenerte fuerte…
Suficientes pruebas para mantenerte en armonía…
Suficientes esperanzas para mantenerte feliz…
Suficientes fracasos para mantenerte humilde…
Suficientes éxitos para mantenerte ansioso…
Suficientes amigos para darte consuelo…
Suficiente fortuna para cubrir tus necesidades…
Suficiente entusiasmo para mirar hacia delante…
Suficiente fe para desterrar las depresiones…
Suficiente determinación para hacer que hoy sea mejor que ayer.

jueves, 10 de junio de 2010

Suspicaz


Un hombre pobre, sin educación ni modales, se enamoró de la hija de un millonario. Ella le invitó a conocer a sus padres en su elegante mansión. El hombre estaba intimidado por la riqueza del mobiliario, por los sirvientes y todos los demás signos de opulencia, pero de algún modo consiguió aparentar que estaba tranquilo hasta que llego la hora de la cena. Sentado a la mesa, animado por los efectos del vino, soltó un ruidoso pedo.
El padre de la chica levantó la vista y miró a su perro que estaba echado a los pies del pobre hombre. “¡Rover!” dijo en tono amenazador.
El pobre hombre aliviado al ver que echaban la culpa al perro, a los pocos minutos se tiró otro pedo. El anfitrión miró otra vez al perro diciendo: “¡Rover!” en voz más alta.
Pocos minutos más tarde el invitado se tiró un pedo por tercera vez. La cara del ricachón se contrajo de rabia. Esta vez bramó: “¡Rover, lárgate antes de que éste te cague encima!”

El Camino Intermedio


Si la gravedad es la cola que cimienta el Universo, el equilibrio es la llave que abre Sus secretos.
El equilibrio es aplicable a nuestro cuerpo, mente y emociones, a todos los niveles de nuestro ser.

Nos recuerda que todo lo que hacemos, lo podemos rehacer y deshacer, y que si el péndulo en nuestras vidas o hábitos oscila demasiado hacia un lado, inevitablemente va a oscilar al otro.
Sé humilde puesto que estás hecho de tierra sé noble puesto que estás hecho de estrellas.
Proverbio Servio

Experimentando las Coincidencias


Las coincidencias significativas pueden producirse en cualquier momento. Nuestro día puede ir transcurriendo cuando, en apariencia sin aviso previo, un hecho extraño atrae nuestra atención. Podemos pensar en un viejo amigo que no se nos cruzó por la mente durante años; más tarde, cuando ya lo olvidamos por completo, al día siguiente nos encontramos con esa persona. Del mismo modo, podemos ver en el trabajo a un individuo que nos gustaría conocer y ese mismo día encontrar a la mismísima persona sentada frente a nosotros en un restaurante.
Las coincidencias pueden implicar la llegada oportuna de una información especial que queremos pero no tenemos idea de cómo conseguir o la repentina toma de conciencia de que nuestra experiencia con un hobby o interés anterior era una preparación para llevarnos a una nueva oportunidad o un nuevo trabajo. Más allá de los detalles de una coincidencia en particular, sentimos que es muy poco probable que haya sido producto de la suerte o una mera casualidad.
Cuando una coincidencia atrae nuestra atención, nos quedamos asombra¬dos ante el hecho, aunque sea nada más que un instante. En algún nivel, sentimos que esos hechos estaban destinados de alguna manera a ocurrir, que debían ocurrir en el momento en que ocurrieron para orientar nuestras vidas en una dirección nueva y más inspiradora.
James Redfield.

lunes, 7 de junio de 2010

Esto solo lo arreglamos entre todos: Mesa Cuadrada

Vive la vida, no permitas que se te escape

No dejes que termine el día sin haber crecido un poco, sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños.

No te dejes vencer por el desaliento. No permitas que nadie te quite el derecho a expresarte, que es casi un deber.

No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario. No dejes de creer que las palabras y las poesías sí pueden cambiar el mundo.

Pase lo que pase nuestra esencia está intacta. Somos seres llenos de pasión.

La vida es desierto y oasis. Nos derriba, nos lastima, nos enseña, nos convierte en protagonistas de nuestra propia historia.

Aunque el viento sople en contra, la poderosa obra continúa: Tú puedes aportar una estrofa.

No dejes nunca de soñar, porque en sueños es libre el hombre.

No caigas en el peor de los errores: el silencio.

La mayoría vive en un silencio espantoso. No te resignes. Huye.

"Emito mis alaridos por los techos de este mundo", dice el poeta.

Valora la belleza de las cosas simples.

Se puede hacer bella poesía sobre pequeñas cosas, pero no podemos remar en contra de nosotros mismos.

Eso transforma la vida en un infierno. Disfruta del pánico que te provoca tener la vida por delante.

Vívela intensamente, sin mediocridad.

Piensa que en ti está el futuro y encara la tarea con orgullo y sin miedo.

Aprende de quienes puedan enseñarte. Las experiencias de quienes nos precedieron de nuestros "poetas muertos", te ayudan a caminar por la vida

La sociedad de hoy somos nosotros. Los "poetas vivos".

No permitas que la vida te pase a ti sin que la vivas...

Walt Whitman

domingo, 6 de junio de 2010

Cómo hacer más extraordinaria tu vida

Doña Rosa era una ascensorista de un viejo edificio de juzgados en Bogotá que usualmente estaba congestionado de visitantes, los cuales, asustados, perdidos, molestos, afanados o simplemente apáticos, esperaban atiborrarse en uno de los viejos ascensores.

Cuando se abría la puerta, la multitud que salía empujaba a la que quería entrar, armando un caos que se repetía en casi todos los pisos; además del calor y los olores concentrados en el elevador.

A pesar de esto doña Rosa cuidaba su máquina como si fuera la más fina y valiosa.
Cada mañana, ella brillaba las partes metálicas y la aseaba lo mejor posible.

De todas maneras andaba sonriente y entusiasta, saludaba y despedía al abrir las puertas, disfrutaba sorprendiendo a sus viajeros frecuentes al recordar sus nombres, hacía bromas para que la gente sonriera, y respondía de buena gana a toda clase de preguntas.
Aparte de eso vendía papel oficial, sellos de correo, y en sus pocos ratos libres le encantaba tejer ropa para bebés.

Un día alguien le preguntó cómo podía permanecer tan contenta en esa clase de trabajo incómodo, rutinario y mal pagado.

A lo que ella contestó:

Muchas personas creen que yo actúo así por la gente, pero en realidad lo hago por mí.
Cuando trato bien a mis pasajeros me siento satisfecha, si los ayudo, la mayoría me trata bien y me aprecia.

Sé que mi ascensor es viejo y mal mantenido, -continuó-, pero cuando lo limpio y lo brillo, me estoy cuidando a mí misma, porque aunque no es mío, vivo en él muchas horas de mi vida y si lo trato bien, me va a servir mejor.

¿Y todos los otros ascensoristas piensan así? -le preguntaron-.

No, -respondió-, algunos de mis compañeros piensan que su tiempo de trabajo no les pertenece a ellos.
Dicen que es el tiempo de la empresa.
Parecen ausentes, es como si murieran a las ocho de la mañana y resucitaran a las seis de la tarde.
Suponen que trabajando de mala gana van a maltratar al jefe o a otros, cuando en realidad es el tiempo
de su vida, algo que nunca van a recuperar.

Amigo, qué fácil es convertir lo ordinario y lo rutinario en algo divertido y extraordinario.
Todos los días puedes hacerlos diferentes.
Las actividades y las personas se vuelven aburridas cuando le quitas el corazón a lo que haces.

¿Cómo podrías hacer más extraordinaria tu vida?
La aventura no está en lo que haces , sino en cómo lo haces.