martes, 26 de mayo de 2009

Realidades relativas

 Ram Dass



Tienes en este momento muchas constelaciones de pensamientos, cada una de las cuales configura una identidad: sexual, social, cultural, educacional, económica, intelectual, histórica, filosófica y espiritual, entre otras. Una u otra de estas identidades se hace cargo de la situación en la medida en que esta lo exige, y por lo general tu te pierdes en la identidad que en un momento dado domina tus pensamientos. En el momento en que alguien es madre, padre, estudiante o amante, lo demás se pierde.



Crecemos en un plano de la existencia al cual llamamos real. Nos identificamos totalmente con esa realidad considerándola absoluta, y las experiencias o vivencias que no son congruentes con ella las descartamos, tachándolas de sueños, alucinaciones, fantasías etc.. Lo que Einstein demostró en la física es igualmente valido para todos los demás aspectos del cosmos: toda realidad es relativa. Cada realidad es verdadera sólo dentro de unos determinados limites y no es más que una de las posibles versiones de cómo son las cosas. Siempre hay múltiples versiones de la realidad. Despertar de cualquier realidad aislada es reconocer su naturaleza relativa: y la meditación es, ni más ni menos, un recurso para conseguirlo.



La conciencia normal de vigilia, los estados oníricos, los estados emocionales y otros estados de conciencia son realidades diferentes, algo así como los canales de TV.



Tu ego es una serie de pensamientos que definen tu universo. Es como una habitación familiar construida de pensamientos; a través de sus ventanas ves el universo. En esa habitación estas seguro, pero en la medida en que te da miedo aventurarte fuera de ella, se ha convertido en una prisión. Tu ego te ha estafado; crees que para sobrevivir necesitas su manera especifica de pensar. El ego te controla por mediación del miedo a la perdida de identidad. Parece como si abandonar esos pensamientos equivaliera a eliminarte, de modo que te aferras a ellos.



Hay una alternativa. Para escapar de su tiranía, no necesitas destruir el ego. Puedes mantener ese cuarto familiar para usarlo cuando quieras y estar en libertad de ir y venir. Primero, necesitas saber que eres infinitamente más que la habitación-ego por la cual te defines, y una vez que lo sepas tienes el poder de hacer del ego, en vez de una prisión, una base.



Necesitamos de esa matriz de pensamientos, sentimientos y sensaciones que llamamos ego para sobrevivir física y psicológicamente. El ego nos dice qué es causa de qué, qué debemos evitar, cómo satisfacer nuestros deseos y qué hacer en cada situación. Y lo hace poniendo rótulos a todo lo que percibimos o pensamos. Estos rótulos imprimen orden a nuestro mundo y nos proporcionan una sensación de seguridad y de bienestar. Con esas etiquetas conocemos nuestro mundo y sabemos que lugar ocupamos en él.



El ego nos ha convencido de que lo necesitamos………y no solo de que lo necesitamos, sino de que "somos" él. Yo soy mi cuerpo, soy mi personalidad, soy mi neurosis, soy buena persona, soy sincero, soy (estoy) enojado o deprimido, soy un perfecto vago etc.. Definición tras definición, cuarto tras cuarto. Algunos están en apartamentos de mucho nivel; soy muy importante. Algunos están en suburbios de ciudad, sobreviviendo apenas


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La meditación plantea la cuestión de quienes somos realmente. Si somos lo mismo que nuestro ego, entonces si abrimos los filtros del ego y lo inundamos, nos ahogaremos. Por otra parte, si no somos exclusivamente tal como el ego nos define, entonces es posible que la apertura de los filtros de ego no sea una amenaza tan grave. Es posible que, de hecho, signifique nuestra liberación. Pero mientras el ego lleve la voz cantante, jamas podremos ser otra cosa que la que él nos diga. Como un dictador, nos ofrece una seguridad paternalista a expensas de nuestra libertad.

Nos podríamos preguntar como podemos sobrevivir sin nuestro ego. No te preocupes, que no desaparece. Y con todo, podemos aprender a aventurarnos más allá de él.

La mayoría de las personas no pueden escapar, pues se identifican totalmente con sus pensamientos. Son incapaces de separar la percepción pura de los pensamientos que son sus objetos. La meditación te permite romper esta identificación entre la percepción y los objetos de la percepción.



La senda que conduce a la libertad pasa por el desapego de los viejos hábitos del ego. Lentamente llegaras a una integración nueva y más profunda de tus experiencias en una estructura del universo más evolucionada. Es decir, que fluirás más allá de los limites de tu ego hasta que, en ultima instancia, te fundas con el universo. En ese momento habrás trascendido el ego. Hasta entonces, tendrás que romper viejas estructuras y construir otras más amplias.



Hasta el final mismo del ascenso de la montaña de la liberación persiste un sufrimiento sutilisimo, pues sigue habiendo un individuo, hombre o mujer, que se identifica con su condición de entidad separada. Todavía hay apego, todavía queda un ultimo vinculo que romper.



Después de haber llegado a la cumbre, después de pasar por la transformación total del ser, después de haberse liberado del miedo, la duda, la confusión y el estar pendiente de sí mismo, queda todavía un paso por dar para completar ese viaje: el regreso hacia abajo, al valle, al mundo de lo cotidiano. Y el que regresa ya no es el que había empezado a escalar. El ser que retorna es la tranquilidad misma, es la compasión y la sabiduría, es la verdad de las edades. Cualquiera que sea su posición, elevada o humilde, que ese ser ocupe en la comunidad, se convertirá en una luz para otros que están en el camino, en una expresión de la libertad que se alcanza al tocar la cumbre de la montaña.



Ejercicio: Tómate un rato durante algunos días, para identificar que tipo o clases de pensamientos más abundantes gobiernan tu mente. Consigna 5 o 6 categorías diferentes que resuman la casi totalidad de tus pensamientos. Escríbelas y apréndetelas de memoria. Por ejemplo: si te das cuenta que gran cantidad de pensamientos son del tipo: " bueno mañana haré esto, después lo otro y después…bla bla bla"; este sería un pensamiento de PLANIFICACIÓN.



Si te coges pensando por ejemplo: si fuera más guapo, más rico, más inteligente, menos estúpido, menos tonto etc. Bla bla bla,; este podría ser la categoría: SI FUERA….



Si te das cuenta de pensamientos donde juzgas a la gente, la categoría podría ser: JUZGANDO Y JUZGANDO ó JUZGA QUE TE JUZGA o como quieras tu titular la categoría.



Hazlo también con pensamientos de miedo, duda, confusión, alegría, armonía etc., aquellos que ocupen gran parte del tiempo en tu mente.



Santi Olmo

Psicólogo y psicoterapeuta


  

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